viernes, 30 de noviembre de 2012

CANTO A ANDALUCÍA

XIV CERTAMEN DE POESÍA Y PROSA POÉTICA DE LA CASA DE ANDALUCÍA

Primer premio

De España,  la patria mía,
    
al sur yo deseo hablar,
pues no quiero silenciar
a la bella Andalucía.
Por ejemplo, Almería,
con gótica  catedral,
un buen puerto comercial,
las murallas y alcazaba.
Dalias, Níjar, Berja y Adra,
es su agro muy primordial.

Tiene grandeza Granada,
es del mundo un edén,
con su pico, el Mulhacén,
en la gran sierra Nevada.
La Alhambra, ¡tan admirada!
El Palacio Boabdil,
los ríos Darro y Genil,
la Catedral, la Cartuja.
Por verla la gente puja
por sus atractivos mil.

Málaga juega su rol
con sus playas soleadas,
mundialmente apreciadas
las de la Costa del Sol.
¡Lindo sureste español!
 La industria y la agricultura,
pesca cercana y de altura.
Catedral renacentista,
cuna de Picasso, artista,
y genio de la pintura.

Jaén, con su capital,
los extensos olivares,
i la minera Linares,
que también es industrial.
Baeza monumental
Patrimonio humanidad.
Asimismo otra ciudad:
Úbeda, lo es también.
La victoria de Bailén
buscando la libertad.

Córdoba fue capital
de la España musulmana,
y de Europa soberana
en cuanto a lo cultural.
Su Mezquita, hoy Catedral,
Alcázar Reyes Cristianos,
murallas, restos romanos,
los patios,  la Judería,
museos, gastronomía,
deleites de los  humanos.

Es Cádiz, la capital,
de fenicia fundación,
cuna de Constitución
con tendencia liberal,
neoclásica catedral.
La pesca, la agricultura,
sus museos, su cultura,
la equitación de Jerez,
de sus gentes sencillez,
de su paisaje hermosura.

Huelva, agrícola, minera,
industrial, también  turismo.
Desde Palos, el abismo,
pasaron con fe sincera,
navegando en carabela
el almirante Colón,
y los hermanos Pinzón,
hacia poniente fue el rumbo,
descubrieron  Nuevo Mundo
con gran coraje y pasión.

A Sevilla yo la adoro,
es primer centro industrial.
Su gótica catedral,
con la Giralda y tesoro.
Cartuja,  torre del Oro.
Hospital de Caridad,
Museo de Artes, gozad.
Archivo de Indias, ¡honor!
Y El Alcázar, ¡Superior!
¡PATRIMONIO, HUMANIDAD!

Aunque no soy andaluz,
lo de esa tierra me importa,
amigos, fue en Menorca
que vi la primera luz.
Con transparencia o trasluz,
por  Bética siento amor.
Hay que poner en valor
ser del inmigrante amigo,
no mirar al propio ombligo,
¡Y SERÁ EL MUNDO MEJOR!

         Marcos Seguí Pons

EL AUTOMÓVIL MÁS ANTIGUO DEL MUNDO

 
ANTECEDENTES
El italiano Leonardo da Vinci (1452-1519) diseñó y construyó un vehículo cuyo mecanismo funcionaba por un sistema de resortes.
 El año 1771 el francés Nicolás Joseph Cugnot puso en funcionamiento un medio de transporte autopropulsado por vapor. Fue utilizado en el ejército francés principalmente para transportar cañones. Algunos lo consideran el primer automóvil.  Era extremadamente pesado, poco práctico y muy peligroso. La idea fue tomada y desarrollada en el Reino Unido  por Wiliam Mardoch y Richart Trevithic.
El belga Etienne Lenoir construyó y patentó en Francia el año 1863 el primer motor de combustión interna. Este tipo de motor fue perfeccionado, entre otros, por el alemán Nikolaus Otto.
PRIMER AUTOMÓVIL
En enero de 1886, el alemán Karl Benz solicitó la patente del vehículo de su invención. Fue la primera máquina autopropulsada que podía utilizarse de manera eficiente.  Este invento de Benz es reconocido oficialmente como el primer automóvil del mundo. Tres de estos vehículos, construidos artesanalmente, fueron terminados antes de 1888.
Karl Benz aprovechó elementos ya inventados; instaló un motor de combustión interna en un chasis y, utilizando el sistema de transmisión por correa, puso  este vehículo de tres ruedas en condiciones de desplazarse por sí mismo. Estaba equipado por un motorcito de cuatro tiempos de un solo cilindro; funcionaba con gasolina. Benz fue el primero que determinó las características que debía tener este combustible; inventó el carburador así como la refrigeración por agua mediante un radiador. Estos inventos perduran todavía en la tecnología automotriz actual.
TRAVESURA Y PROMOCIÓN
Bertha Benz, esposa del genial inventor,  al ver que los tres primeros automóviles no se habían vendido, hizo la travesura de coger uno de los tres vehículos y juntamente con sus hijos Richad y Eugen y, sin decirle nada a su marido, fueron a visitar a la abuela que estaba a 106 Km. de distancia.  El extravagante espectáculo  de la mujer y sus dos hijos montados en un aparato tan raro; que se movía sin ser tirado ni empujado; fue de lo más anómalo y sorprendente. Tardaron todo el día en el desplazamiento. Llegaron al anochecer.  Bertha puso un telegrama a su esposo para informarle de dónde estaba con sus hijos y de lo que tenía entre manos. Regresó al cabo de pocos días con el mismo flamante y novedoso medio de transporte. Con este viaje, mucha gente se enteró de la existencia de éste nuevo e inesperado invento. A partir de entonces, el extraño artilugio empezó a venderse.
UNA RELIQUIA
Durante la primavera de 2009, encontré,  de forma inesperada, uno de estos primeros autos funcionando en la Plaza Mayor de Salamanca. Fue en una exhibición. El aparato en cuestión   transportaba a dos personas dando unas vueltas a dicha plaza. Tuve la suerte de poderlo grabar con una videocámara. De este vídeo adjunto un fotograma con el presente artículo. 

                                                                                                        Marcos Seguí Pons

MEDALLA OLÍMPICA


 
Va ser d’argent, quasi d’or,
guanyà es bàsquet, selecció,
un  d’aquí n’és jugador,
amb molta tècnica i cor,
d’assiduïtat un tresor,
tot ell d’entusiasme bull,
de positiu caramull.
Es sa primera vegada
que un menorquí l’ha guanyada.
Te felicit! Sergi Llull!

Marc Seguí Pons

EL VALOR DEL TIEMPO

“¿Amáis la vida? Entonces no malgastéis el tiempo, pues es de éste que la vida está hecha”.
Benjamín Franklin.
Un día consta de veinticuatro horas para todos. Utilicémoslas para ganarnos la vida honradamente, cultivemos nuestras facultades: morales, intelectuales, físicas…  y repongamos fuerzas con el descanso. Organicémonos.
Empleemos nuestro tiempo en cosas lo suficiente significativas para ser tenidas en cuenta. Priorizar lo importante y urgente sin descuidar lo que no lo es tanto. Al hacer algo rutinario, probablemente se podrá simultanear con otra cosa. Por ejemplo: aprovechemos para conversar con la familia mientras comemos. Tengamos un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio y  comencemos sin retraso cada actividad. Perder una hora por la mañana y toda la jornada estará desfasada. No estemos en la cama simplemente para holgazanear. Evitemos cotilleos que nos hacen perder tiempo y ganar disgustos. Si llegamos tarde al trabajo o a una cita, perjudicamos a quienes nos esperan. Exijámonos mucho a nosotros mismos. Seamos puntuales. 
Si hemos tenido la debilidad de derrochar el tiempo,  No caigamos en la tentación de recuperarlo cometiendo imprudencias al conducir o, si somos peatones, cruzar las calles cuando y donde no debemos.
Al hacer el proyecto de nuestros quehaceres, añadamos unos minutos de seguridad, no para actuar más lentos sino más tranquilos. El trabajo precipitado suele salir peor y cundir menos. No nos paremos para explicar a otros lo mucho que hemos hecho o lo mucho que nos queda por hacer. Currando adelantaremos más. Utilicemos todo el tiempo disponible para trabajar y también para algún entretenimiento positivo. Según John Wanamaker: “Quienes no encuentran tiempo para la distracción, se obligan tarde o temprano a encontrarlo para la enfermedad”.  
La actividad es mejor pasatiempo que la pereza. Mi padre decía: “Hay que disfrutar del trabajo  como si estuviéramos en una  fiesta”. Por otra parte, Plutarco manifestó hace aproximadamente dos mil años: “¡El mayor de todos los sacrificios es el sacrificio del tiempo!”.
Marcos Seguí Pons






ARRANGEM EL MÓN

   
Donem voltes a un bon eix
per aquest món millorar,
manco ets altres criticar
fent-los dur un feixuc feix,
perquè amb açò s’odi creix.
Pròpia consciència explorar,
nostres culpes reparar
i corregir-se a un mateix.

Marc Seguí Pons


jueves, 29 de noviembre de 2012

EL VALOR DEL DINERO

Siempre y ahora más por lo de la crisis, el  dinero o mejor dicho, su carencia, está en boca de muchos. El dinero no lo resuelve todo, pero puede ayudar a resolver algunas cosas. No obstante, no hay que adorar al “dios” dinero. Para administrarlo, es importantísimo saber distinguir las necesidades de los vicios y caprichos. No escatimar  ni un céntimo en lo referente a las primeras: salud, formación moral, cultural y profesional de los hijos… Por poco que se pueda, conviene ahorrar algo, lo cual tendrá un inestimable valor cuando surjan gastos imprevistos.
 Conviene evitar las depravaciones que nos perjudican la salud y la cartera. En cuanto a los caprichos, hay que ir con pies de plomo y ser muy selectivo. No vivir por encima de nuestras posibilidades. En este juego  siempre se pierde riqueza y se ganan dificultades. Existen más de uno que se gasta su caudal en superfluidades privándose de lo necesario. Quien al salir a la calle se compra cualquier tontería en la primera tienda con que se tropieza, no es dueño de sí, sino esclavo de sus anhelos y antojos. El más rico es el que menos necesita. No olvidarlo.  
 Por otra parte,  quien vive sólo para ahorrar se pierde cosas importantes durante su existencia. He conocido a personas que, disponiendo de  un patrimonio nada despreciable y estando gravemente enfermas no han querido acudir, por no gastar, a un facultativo de prestigio. Quienes no son capaces de rascarse el bolsillo cuando causas de fuerza mayor lo requieren, sus bienes no les sirven de nada. Los avaros suelen ser gente insegura que  nunca tienen suficiente.  Se privan  de todo para que no les falte nada. Ahora me estoy acordando de una máxima de F. de Quevedo: “Lo mucho se vuelve poco sólo con desear un poco más”
Con lo despilfarrado por el desenfreno de algunos se podría satisfacer un montón de necesidades básicas en el tercer mundo y enseñarles a ayudarse honradamente a sí mismos. Tengamos empatía poniéndonos en el lugar de los que están faltos prácticamente de todo. Así disminuiría la obesidad de unos y la desnutrición de otros. Se ganaría por ambas partes. ¿No les parece? Intentemos apreciar el auténtico valor del dinero.
Marcos Seguí Pons